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En este tercer post sobre el equipamiento de motorista, hablare sobre el calzado, tan importante como los guantes, pues debe proteger los pies y los tobillos, de los impactos y rozaduras que se pueden producir durante la conducción, pues, instintivamente, ante alguna sensación de pérdida de equilibrio o de inclinación excesiva, la reacción natural, es poner pie a tierra.

Los requisitos básicos para este calzado son, resistencia a la abrasión, suela reforzada, protección para los tobillos y protección para los dedos (punta dura).

Como deben proteger los tobillos, se presentan en forma de botas o botines, con caña más o menos alta, según para el tipo de conducción, por lo cual se pueden clasificar en los siguientes tipos o grupos:

URBAN: Básicamente para uso en ciudad o cortos trayectos interurbanos; son las más ligeras y cómodas; actualmente se presentan con aspecto de zapatillas deportivas tipo “básquet”; las hay con ventilación, para verano, y también impermeabilizadas, para la lluvia.

HERITAGE: Botas cortas, de aspecto retro o casual, para uso urbano o interurbano.

TOURING: Son las de carretera, tienen la caña más larga, ofrecen mayor protección, especialmente en el talón y la puntera; suelen ser impermeables y son algo pesadas.

ADVENTURE: Son la versión off-road, de las Touring.

MOTO CROSS/ENDURO: Son rígidas y reforzadas con suelas duras, tienen caña larga con paneles de protección recambiables; son pesadas e incomodas.

SPORT/RACING: Parecidas a las de motocross, pero más ligeras.

ROADSTER: Versión deportiva de las Touring.